Four people toasting over a table

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Desde la legalización del uso medicinal y recreativo del cannabis en algunos estados de E.E.U.U, el mercado ha estado cubierto predominantemente por productos comestibles sólidos que contienen THC o CBD, sin embargo, hay un número creciente de marcas que comienzan a incursionar en el campo de las bebidas.

Algunos de los estigmas a los que se enfrenta constantemente esta industria están relacionados con la forma de consumo de los productos. Ya que no todos los consumidores se inclinan por los formatos inhalados, las marcas están viendo una oportunidad en las bebidas; un formato socialmente aceptado, más familiar para los consumidores y que puede cubrir un amplio rango de preferencias, gracias a la gama de sabores que se pueden adaptar a estas.

Entre las ventajas de esta presentación, se encuentra el aspecto listo para consumo de sus compuestos. Los efectos tardan un tiempo en sentirse en el cuerpo al fumar o vapear, mientras que en forma líquida los compuestos ya están activados.

Sin embargo, las empresas están luchando por encontrar el equilibrio adecuado para garantizar la consistencia en cada producto debido a la naturaleza de los extractos. Es ilegal combinar alcohol y cannabinoides en E.E.U.U, por lo tanto, los productos deben ser a base de agua. Los fabricantes se enfrentan a un proceso complejo para obtener un producto deseable, innovando continuamente métodos y experimentando con nuevas tecnologías.

Otros retos incluyen la comercialización de dichos productos, ya que el etiquetado aún no está completamente regulado, además los porcentajes de THC o CBD legalmente permitidos en cada bebida siguen siendo una interrogante.

No obstante, las ventas han visto un aumento en las bebidas infusionadas con esta planta, y la industria está presionando por más regulaciones para establecer los lugares donde los consumidores pueden obtener estos productos, con la finalidad de hacerlos más accesibles. Estados como Nueva York ya están trabajando en regulaciones en torno a los mercados de uso para adultos, y países como Canadá recientemente ajustaron algunas de sus leyes con respecto a este segmento.

Muchos gigantes de la industria están entrando cautelosamente a este nuevo campo, lo que puede ser un buen indicador de que pronto las bebidas podrían convertirse en el producto más atractivo para los consumidores. Por otro lado, uno de los beneficios más subestimados de este segmento en crecimiento, podría ser la unificación de la industria para abogar por un consumo responsable.

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